La religión de
los celtas tenía un líder, que es el sacerdote. En otras partes donde habitaban
los celtas se les llamada a este líder un druida. No hay suficiente prueba que
los celtas de la península ibérica también usaran este nombre para referirse a
sus líderes. Un druida era una persona con conocimiento de los animales,
astronomía y las plantas. Estas personas también desempeñaban otras funciones
si como de médicos, astrónomos y filósofos. Ellos también eran encargados de
transmitir las historias, las leyendas y poemas en forma oral.
Los celtas no
construyeron templos actuales hasta la romanización. En vez de usar templos,
ellos hacían sus cultos al aire libre, ya sea en un bosque, una montaña, una
cueva o hasta cerca de los ríos (Celtiberia Histórica). En estos templos se
utilizaban piedras y troncos de árboles, quizás para representar a sus dioses.
Los celtas eran
politeístas y creían en divinidades de carácter astral, dioses y divinidades
menores. De las divinidades astrales los más populares eran el Sol y la Luna. Uno
de los dioses más importante se llamaba Lug. Después de la romanización este
fue mejor conocido como Mercurio. Otra divinidad que se le adoraba era las
Matres, diosas de la fecundidad, la tierra y el agua. Los dioses de los celtas
típicamente estaban relacionados con la naturaleza. Ellos creían que si
adoraban a los dioses que ellos les darían todo lo que ellos necesitaran. Por
ejemplo, había un dios llamado dios de la vegetación que se le adoraba cuando
las personas del pueblo eran agricultores. Los dioses de los celtas en veces
tenían forma de animales.
Los celtas
practicaban varios rituales. Uno de ellos se llamaba “El ritual de la
exposición de cadáveres”. Este ritual se practicaba cuando miembros de su
comunidad se morían en el combate. Lo que se hacía es que ponían el cadáver en
un lugar determinado y se dejaban allí hasta que los buitres se los comieran.
Los buitres eran supuestamente los intermediarios entre los humanos y los
dioses. Creían que mientras los buitres se comían el cadáver que el espíritu de
esa persona iba directamente con los dioses.
Otro ritual que
practicaban los celtas era “El ritual de la incineración”. Este ritual era
diferente al ritual previamente mencionado porque el cuerpo seria cremado y
puesto en una vasija de cerámica. Después, se entierra la vasija con objetos
personales del difunto.